Programaciones didácticas

Todos hemos oído hablar de la educación personalizada, es decir, aquella en la que cada alumno es capaz de aprender a su ritmo, según sus aptitudes y su contexto, pero para alcanzar estas metas es necesario realizar las programaciones de las materias impartidas, que serán el cauce y la guía por el que los alumnos avanzarán en su proceso de enseñanza-aprendizaje.

Veamos que significa programar en el ámbito educativo y porqué su necesidad. Si nos acercamos al Diccionario de la Lengua Española obtenemos la siguiente definición para la palabra programar: “idear y ordenar las acciones necesarias para realizar un proyecto” (RAE) y si extrapolamos esta definición para el ámbito educativo podríamos decir que programar es el “proceso mediante el cual podemos dar unidad o estructurar la labor educativa (o formativa) a través de un conjunto de operaciones que el formador, de manera individual o en equipo, lleva a cabo para organizar, disponer, ejecutar, regular y evaluar una actividad didáctica, situada en un determinado contexto formativo”. La programación es el conjunto de acciones mediante las cuales se transforman las intenciones educativas más generales en propuestas didácticas concretas que permitan alcanzar los objetivos previstos.

La programación didáctica consiste en la organización racional de las acciones didácticas que debemos realizar y que serán el guión a seguir para la consecución de los objetivos y aprendizajes determinados. Hemos de considerar que la creación de esta programación didáctica es un proceso, es decir, no esta concebida como algo estático e inamovible, en este proceso se divide en una serie de fases que de manera cíclica se reiteran hasta su perfecta determinación, estas fases se corresponden con un diseño previo de la programación, su desarrollo en el ámbito del aula y una tercera fase en la que se recoja la evaluación de la programación realizada, y cuyas conclusiones ayudarán a realizar los ajustes o adaptaciones necesarias que perfeccionen y adapten al contexto concreto las acciones diseñadas. Este carácter cíclico del proceso fomenta y necesita de la reflexión del docente en el que se cuestione el qué, cómo, cuándo y cómo de las diferentes acciones docentes.

A modo de síntesis entenderemos que las programaciones didácticas son instrumentos de planificación, desarrollo y evaluación de las áreas, materias y ámbitos del currículo. En ellas se concretan objetivos, competencias, contenidos, los diferentes elementos que componen la metodología y los criterios e indicadores de evaluación.

Enumeremos algunas de las razones más importantes que ponen de manifiesto la necesidad de realizar la programación didáctica:

  • Abre la reflexión sobre los elementos curriculares.
  • Elimina el azar, la improvisación (en sentido negativo), lo cual no significa eliminar la capacidad de añadir nuevas ideas en un momento o tema determinado, corregir errores, rectificar previsiones, etc.
  • Sistematiza y lleva a la práctica las orientaciones y planteamientos establecidos.
  • Evita los programas incompletos, ya que instaura una reflexión sobre la secuenciación y la temporalización.
    Explica el plan de actuación docente en cada módulo profesional.
  • Adapta los procesos de enseñanza-aprendizaje al entorno socioeconómico del alumno.
  • Ayuda a analizar el problema y tratar de describir con precisión los resultados esperados.
  • Evitar pérdidas de tiempo y la realización de esfuerzos en vano.
  • Permite seleccionar los instrumentos más idóneos, el material y los recursos que más se aproximen a las necesidades del contexto donde se desarrolla la acción formativa.
  • Establece un orden o secuencia en la ejecución de las acciones.
  • Sirve para sistematizar, ordenar y concluir el esfuerzo conjunto realizando en el proyecto educativo y en el proyecto curricular.
  • Facilita la selección de los medios más apropiados para poner en la prácticas cada una de las acciones.
  • Adapta el trabajo pedagógico a las características culturales y ambientales del contexto.
  • Posibilita el control del desarrollo del curso y obtener los resultados que nos permitan determinar y plantear las adaptaciones y mejoras necesarias destinadas a la creación de sucesivas programaciones.
  • Cuenta con la suficiente flexibilidad y apertura para dejar margen a la creatividad y a la reforma de sus elementos.

Todas estas razones y otras que seguro ya conocéis son las que nos han llevado a implementar nuestro ciclo de trabajo y a definir el proceso en pasos sucesivos, altamente convencidos de la necesidad de realizar la programación didáctica como principal camino para conseguir los objetivos planteados al inicio del curso lectivo, el desarrollo de las mismas año tras año nos conducirá hacia una mejor realización y determinación de la programación didáctica a través de la experiencia, y el hecho de plantearnos la mejora de nuestro proceso de enseñanza aprendizaje nos llevará a la búsqueda , descubrimiento y puesta en práctica de diversas metodologías como modo de acercar nuestra actividad docente al contexto donde se desarrolla.

Tal y como hemos indicado antes las programaciones didácticas son instrumentos de planificación, desarrollo y evaluación de las materias y ámbitos del currículo. En ellas se concretan objetivos, competencias, contenidos, los diferentes elementos que componen la metodología y los criterios e indicadores de evaluación.

Como bien sabéis todos dentro del marco del nuevo currículo la programación didáctica ha de plantearse en función de las competencias y para ello hay que tener en cuenta que éstas preceden a objetivos y contenidos, es decir, las competencias deben determinar los principios que guíen el proceso de enseñanza-aprendizaje. En este punto también hemos de decir que a pesar de que todas las materias contribuyen al desarrollo de las mencionadas competencias, cada una de ellas por sí sola no podría abarcarlas a todas por lo que sería conveniente un clima de diálogo y cooperación entre los docentes de un determinado nivel con el fin de poder trabajar coordinadamente y realizar un desarrollo de las competencias en conjunto y en armonía entre las distintas áreas que componen el correspondiente currículo del nivel correspondiente, esta es una de las razones por las que desde Factoría del Tutor se permite invitar a docentes en las aulas virtuales, es una forma de poder planear una actividad entre varios docentes de materias distintas y trabajar una determinada competencia en equipo.

Hemos hablado de programar en base a las competencias básicas, pero concretemos primero que entendemos por competencia. Una competencia es un tipo de aprendizaje que se adquiere a través del currículo formal y no formal y que el alumnado demuestra cuando es capaz de actuar, resolver, producir o trasformar la realidad a través de actividades y tareas adecuadas que le proponemos. Las tareas se realizan en determinados contextos (personales, escolares o sociales) y desarrollan una o varias competencias a través de unos contenidos, utilizando unos recursos concretos.

Como consecuencia de todo lo citado anteriormente el docente debe analizar sus antiguas programaciones desde esta perspectiva, manteniendo las actividades que son válidas, modificando las que no contribuyen al desarrollo de las competencias e incorporando tareas nuevas que si lo hagan. Las competencias tienen han de ser las que actúen como integradoras de conocimientos, habilidades, actitudes y capacidades. Han de ser el resultado de una experiencia diseñada, buscada y participada activamente por aquel discente que se involucra en su realización. Las competencias las podemos desarrollar bajo tres modalidades, el ser, el saber y el hacer.

«Son aquellas características personales que predicen y producen un desempeño excelente en un contexto específico, en función de una estrategia, estructura y cultura organizacional«. Sena

Conocimientos, aptitudes profesionales y conocimientos técnicos especializados«

FUENTE: Factoría del tutor,